Combate cuerpo a cuerpo: El primero en luchar

					


Apaga las luces:

Después de aventurarte por el agujero del edificio, deberías llegar a un viejo subterráneo tras explorar las alcantarillas. Una vez que mates a todos los hombres de ahí abajo, no pases por la puerta. Sigue recto y sube por una pasarela. Antes de que la gente del metro se dé cuenta de que estás allí, di a tus hombres que no disparen. Al final de la pasarela, al otro lado, verás un generador amarillo. Dispárale y debería apagar las luces. Ponte las gafas de visión nocturna, pero ten cuidado; seguirán disparándote, pero normalmente fallarán. Dile a tus hombres que abran fuego y avanza por el subterráneo hasta el siguiente punto de control.

Tanque en el patio:

Más adelante en el juego te encontrarás con un patio. Elimina a todos los francotiradores y mata a los enemigos restantes. Después de matarlos a todos, un camión rojo con un calibre 50 se acercará por la carretera. Después de acabar con el calibre 50, cruza la calle hacia la biblioteca y entra en la tienda de informática. Mirando por la ventana, lanza una granada de humo al tanque. Ahora el tanque no puede verte. Ponte en posición y saca tu M203 o granadas y empieza a disparar. Se necesitan unas cuatro granadas; no esperes demasiado o el humo desaparecerá y el enemigo abrirá fuego.
Estrategia general:

La clave de este juego es la agresividad y tu cerebro. Si eres agresivo y asomas la cabeza y ves un OPFOR, quédate allí y dispara a menos que haya más de tres OPFOR. Si miras y retrocedes, ellos sabrán que estás ahí y...

tienen tiempo para dispersarse y moverse a sus posiciones. No dejes que esto ocurra. Si asomas la cabeza y encuentras gente, quédate allí y lucha o se moverán a posiciones que dificultarán que tú y tu equipo los eliminéis. Además, el fuego de supresión puede ser muy útil. Haz que un Devildog dispare mientras tú y tu equipo os colocáis en posición. Escucha lo que dicen tus compañeros. Lento es suave, suave es rápido. Antes de entrar en una sala, tómate tu tiempo para comprobar si necesitas recargar, si tus compañeros necesitan salud o si están recargando. No hay nada peor que entrar en una sala sin estar preparado. Ten en cuenta que hay enemigos detrás de cada puerta, en cada calle y en cada tejado y balcón, estés donde estés. No está de más lanzar una granada en una habitación en la que creas que no hay nadie. Por último, no se trata de una carrera para ver quién acaba más rápido.