Crusader Kings II sigue recibiendo nuevas expansiones

Crusader Kings es para mí un poco como Dwarf Fortress. Puedo oler el increíble juego que se asienta sobre ese estupendo acantilado de aprendizaje. Puedo ver los dedos de sus pies asomando por el borde y es tentador. Sé que está ahí.

Pero no lo consigo. Antes de superar las wikis y los tutoriales necesarios para aprender a jugar y entender sus muchos matices, me aburro y me voy a jugar a otra cosa.

Afortunadamente, no todo el mundo necesita una gratificación tan inmediata como yo, ya que hay mucha gente a la que le encanta jugar a Crusader Kings y, más concretamente, a su secuela Crusader Kings II. Y los desarrolladores lo saben, por eso, incluso cuatro años después, siguen lanzando nuevos contenidos, que lo hacen más difícil en algunos aspectos, pero que también ofrecen interesantes vías de progresión.

El nuevo contenido en esta ocasión se llama Cónclave, pero no añade nuevos países, facciones u opciones militares, sino que retoca las relaciones, introduciendo nuevos sistemas de educación y diplomacia, lo que hace más posible que tus amigos y aliados de mayor confianza te apuñalen por la espalda,

¡Hurra!

No confíes en tus hermanos. Ese parece ser el mensaje.