Conmemoración de MegaGames: Paul Allen
No solemos ocuparnos de la vida personal de las personas que forman parte de las industrias del videojuego y la tecnología, pero cuando fallece alguien que ha tenido tanto impacto en la fisonomía del ecosistema del PC moderno, sentimos que es nuestro deber rendirle el respeto que se merece. Paul Allen es una de esas figuras.
Junto con Bill Gates, Allen fundó Microsoft en 1975 y ayudó a crear el entorno que daría lugar a la revolución informática de las últimas décadas del siglo XX. Eso le llevó a convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo. Cuando murió, el 15 de octubre de 2018, tenía un valor estimado de $20 mil millones. Al igual que su compañero cofundador de Microsoft, Allen donó miles de millones de su fortuna a lo largo de su vida.
Pero no se definía por su riqueza. El impacto de Allen en nuestras vidas, como figura tan importante en la creación del mercado moderno del PC, fue mucho mayor.
Microsoft
Gates y Allen eran amigos en el instituto, aunque acabaron en universidades distintas. Debido a su interés por seguir trabajando juntos, Allen abandonó los estudios en el estado de Washington y empezó a trabajar como programador en Boston, cerca de la Universidad de Harvard, donde Gates se encontraba por aquel entonces. Allen animaría a Gates a abandonar también los estudios y juntos, en 1975, fundaron Microsoft -nombre que supuestamente se le ocurrió a Allen- para ayudar a comercializar un intérprete del lenguaje de programación BASIC que habían creado.
En 1980, cuando la pareja recibió un importante contrato para suministrar un sistema operativo para el primer PC de IBM, fue Allen quien compró QDOS a su compañero programador Tim Paterson. Con el tiempo, se convertiría en el sistema operativo DOS, que constituyó la base de los primeros esfuerzos de Windows y del éxito de Microsoft como empresa.
Sin embargo, sólo dos años más tarde, a la edad de 29 años, Allen tuvo su primer contacto con la enfermedad que acabaría matándole: el cáncer. Dejó Microsoft tras serle diagnosticado un linfoma de Hodgkin y la empresa se dividió entre él y Gates, en una proporción de 40:60, debido a lo que Gates consideraba una carga de trabajo desequilibrada entre ambos.
Allen permanecería en el consejo de administración de Microsoft hasta el año 2000, cuando dimitió oficialmente, aunque seguiría como asesor principal de estrategia hasta su muerte. En 2014 aún poseía más de 100 millones de acciones de Microsoft.
Otras actividades
Tras dejar Microsoft, Allen se aventuró en diversos negocios. Fundó Vulan Inc. para gestionar sus inversiones, que llegaron muy lejos. A lo largo de las décadas fundó e invirtió en empresas que serían pioneras en nuevas tecnologías en medios de comunicación, tecnología, investigación científica, vuelos espaciales privados y aplicaciones de software.
Invirtió $243 millones en Ticketmaster en 1993. Esa inversión duplicó su valor en los cuatro años siguientes. Acabó siendo propietario de 43 patentes individuales, y sus empresas consiguieron unas 300 patentes, algunas de las cuales utilizaría más tarde para demandar a empresas como Netflix, AOL, Apple, eBay y Facebook, por lo que consideraba una infracción de estas tecnologías.
Allen era también propietario de los Seattle Seahawks, los Portland Trailer BGlades y copropietario de los Seattle Sounders FC.
A lo largo de los años, Allen donó cientos de millones de dólares a causas como el ébola, museos de cultura pop y patrimonio nacional, proyectos de investigación de la Royal Navy, exploración de naufragios y conservación del medio ambiente.
Muerte
A pesar de que su diagnóstico original de cáncer remitió a principios de los años 30, a Allen le volvieron a diagnosticar cáncer en 2009. Esta vez se trataba de un linfoma no Hodgkin. Con radioterapia, volvería a vencerlo, hasta que regresó en octubre de 2018. Esa vez ya era demasiado tarde para ser tratado eficazmente, y falleció poco después del diagnóstico, el 15 de octubre, a los 65 años.
Elogio de Gates
Desde la muerte de Allen, Bill Gates ha publicado unas memorias de su amigo y colega, en las que afirma lo siguiente Time Magazine que: "A Paul le encantaba navegar, la ciencia, los deportes, hacer música y explorar el mundo. Su generosidad era tan amplia como su curiosidad: le apasionaba acabar con la caza furtiva de elefantes, construir ciudades inteligentes y acelerar la investigación sobre el cerebro."
A continuación enumeró muchos de los logros y esfuerzos filantrópicos de Allen antes de concluir:
"El mundo recordará a Paul como un tecnólogo y filántropo cuya pasión tocó millones de vidas. Pero cuando yo le recuerde, será también como un hombre que apreciaba a su familia y a sus amigos. Le echaré de menos".
Fuente de la imagen: Cromemco/Wikimedia